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Foto del escritorSalvador Moreno López

Reconocer y expresar los sentimientos en tiempo de pandemia

Actualizado: 28 sept 2022

Hay vivencias que son difíciles de expresar con palabras… y a veces sentimos que se nos quedan dentro, se atoran en la garganta, oprimen el pecho, se hacen nudo en el estómago… y hasta nos falta el aire al respirar…


En tiempos de covid, después de casi un año, no es raro encontrarnos con una diversidad de molestias y malestares corporales, emocionales, interpersonales, existenciales… y algo que puede ser muy difícil de sobre llevar es no encontrar cómo o a quién expresar todo eso que sentimos…


Identificar molestias como tos, gripa, cansancio y malestares estomacales puede llevar casi irremediablemente a pensar: ­-­¿Estaré contagiado? Y si lo estoy ¿será grave? ¿Podré sobrevivir?… ¿A quién se lo digo? ¿Me lo callo?... Tengo miedo ¿Qué hago?... ¿Qué hago con mi sentirme asustado de estar grave, necesitar hospitalización y tal vez morirme?...


Algunas personas tienen más facilidad que otras para expresar lo que sienten. Lo hacen con la claridad y la intensidad necesarias para que su expresión les alivie y para que otras personas puedan comprenderlas sin mucha dificultad. Quienes encuentran más difícil identificar y expresar lo que sienten pueden vivir con más dolor y ansiedad estos días de peligro de perder la salud y padecer días de desasosiego si se contagian.


Si además reconocemos que ahora hay muchas más personas que sienten (no sólo saben) que el covid 19 sí se contagia y enferma, y que encuentran entre los contagiados a conocidos, amigos y familiares, podemos imaginar que también ahora hay más personas que sentimos algún grado de estrés, temor, ansiedad y preocupación en nuestra vida cotidiana.


Para quienes ya se han contagiado, las vivencias han sido muy diversas. Encontramos los que no han sentido molestia alguna, los que han tenido síntomas leves, los que han tenido que tomar medicamentos y han requerido atención médica, los que han sido hospitalizados e incluso entubados, y los que han fallecido. Cada persona habrá sentido emociones y sentimientos diversos.


Cuando enfermamos todo nuestro ser sale de balance: nuestro cuerpo vivo que siente, emociona, piensa, se relaciona, interactúa… Por ello, necesitamos una atención integral; es decir, reconocer y atender nuestras diferentes dimensiones y aspectos de nuestro existir como humanos.


La vivencia de estar hospitalizado puede ser una experiencia traumática en tanto la persona sienta que está en serio peligro o con la amenaza de perder su vida, en una situación en la que ella no tiene mayor control y depende, hasta cierto punto, de las acciones de otras personas, y luego del misterio presente en seguir viviendo a pesar de las condiciones desfavorables o fallecer aún sin señales claras de que llegaría ese momento.


Por todo ello, creo que para mantenernos saludables necesitamos una diversidad de acciones, como lo recomiendan numerosas publicaciones. Requerimos una alimentación nutritiva, en la medida de lo posible; actividad y movimiento corporal, y actividades que le den sentido a nuestro diario vivir (trabajar, leer, oír música, jugar, estar con otras personas, etc.). Por supuesto, atender las recomendaciones para hacer menos probable un contagio: quedarse en casa lo más posible, usar bien el cubrebocas, ventilar los espacios y mantener una distancia de 1.5 m.



Aquí quiero referirme, en particular, a los aspectos emocionales que están presentes siempre, no importa lo sano o enfermos que estemos. Quiero recordar que lo emocional da colorido y energía a nuestro vivir, y que también puede nublar y oscurecer nuestro día a día. Cómo nos sentimos, nos dice mucho de los significados corporales, emocionales y lógicos que para nosotros tienen las circunstancias y las personas, en nuestra vida cotidiana. Si atendemos las señales del cuerpo, los distintos malestares que sintamos y los estados de ánimo, y hacemos PAUSAS para escucharnos, podremos encontrar las vías para expresar lo que necesitamos y sentimos, y de esa forma aligerar la carga de la preocupación y el miedo. Con ello, nos ayudamos a generar la energía que desde nuestro cuerpo necesitamos para movernos en dirección a estar sanos y sentirnos bien.


Existen numerosas prácticas y actividades que pueden ayudarte a reconocer y expresar adecuadamente cómo te sientes. Ayuda hacerlas en compañía de otras personas. En este sitio web te compartimos algunas actividades pretexto para sentirte mejor. Te invito a conocerlas y a realizarlas. Y por supuesto, recuerda que a veces puede ser conveniente la ayuda profesional de alguien que te acompañe para superar obstáculos que a veces quedan cuando has vivido experiencias traumáticas.

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